Blog

  • Cómo transformar la culpa en fuerza cuando eres padre de un hijo con autismo

    🌿 Introducción

    Muchos padres sienten culpa al recibir un diagnóstico de autismo.
    Culpa por no haberlo notado antes. Culpa por no saber qué hacer.
    Pero la verdad es que la culpa no educa, solo paraliza. Este es un viaje de comprensión, no de perfección.


    💭 La culpa como parte del proceso

    Aceptar un diagnóstico puede remover emociones intensas. Es natural.
    Sin embargo, quedarse en la culpa te aleja de lo más importante: el amor que tu hijo necesita hoy.

    El psicólogo Carl Rogers decía que el verdadero cambio ocurre cuando nos aceptamos tal como somos.
    Esa aceptación también se aplica a la paternidad: cuando te permites ser un padre imperfecto, creas el espacio para el amor real.


    💪 Convertir la culpa en fuerza

    1. Reconoce tu emoción sin juzgarla. No la niegues, solo obsérvala.
    2. Transfórmala en acción. Pregúntate: “¿Qué puedo aprender de esto?”
    3. Rodéate de comunidad. No estás solo. Otros padres sienten lo mismo.
    4. Recuerda tu propósito. Estás criando desde el amor, no desde el miedo.

    🌈 Inspiración desde la práctica del coaching

    El enfoque de los Tres Principios de Sydney Banks enseña que nuestros pensamientos crean nuestra experiencia.
    Cuando entendemos esto, la culpa pierde su poder. No eres tus pensamientos. Eres la conciencia que los observa.


    ❤️ Conclusión inspiradora

    Cada vez que eliges perdonarte, estás enseñando a tu hijo el poder del amor incondicional.
    El camino no es fácil, pero la culpa puede convertirse en el combustible de tu transformación personal.

    📚 Fuente de inspiración: Sydney Banks – The Enlightened Gardener, Carl Rogers – El proceso de convertirse en persona, y experiencias reales de padres de la comunidad Espectro Total.

  • Qué es la neurodiversidad y por qué cambia la forma en que miramos el autismo

    Qué es la neurodiversidad y por qué cambia la forma en que miramos el autismo

    ✨ Introducción

    Durante años, el autismo fue visto desde una mirada médica y limitante: un trastorno que debía “corregirse”.
    Pero hoy una nueva visión está cambiando esa historia. La neurodiversidad nos invita a reconocer que no existe una única forma “correcta” de pensar, sentir o aprender.

    🧠 ¿Qué es la neurodiversidad?

    El término neurodiversidad fue acuñado por Judy Singer, socióloga y activista autista australiana, a fines de los años noventa.
    Ella propuso algo revolucionario: que las diferencias neurológicas —como el autismo, el TDAH o la dislexia— no son enfermedades, sino variaciones naturales de la mente humana.

    Aceptar la neurodiversidad no significa ignorar los desafíos que puede implicar, sino honrar la diversidad de formas en que el cerebro humano se expresa.

    💬 Cambiar la mirada, cambiar el mundo

    Cuando comprendemos la neurodiversidad, dejamos de ver a nuestros hijos como “niños con un problema” y comenzamos a verlos como niños con un potencial distinto.
    El verdadero cambio empieza cuando las familias, escuelas y comunidades dejan de intentar “normalizar” y comienzan a acompañar desde la comprensión.

    💡 Ejemplo real

    Fundaciones como NeuroClastic o Autistic Self Advocacy Network (ASAN) promueven la voz de las personas autistas, no como pacientes, sino como protagonistas de su historia.
    Sus experiencias nos enseñan que la inclusión comienza en casa, cuando decidimos mirar desde el amor y no desde el miedo.

    💖 Conclusión inspiradora

    Entender la neurodiversidad no solo transforma la vida de un niño: transforma la sociedad entera.
    Cada vez que un padre o una madre elige ver las diferencias como una expresión única de la vida, el mundo se vuelve más humano.

    📚 Fuente de inspiración: Judy Singer (1998), “Odd People In: The Birth of Community Amongst People on the ‘Autistic Spectrum’” y materiales divulgativos de NeuroClastic.org.

  • ¡5 estrategias para conectar con tu hijo hoy!

    Te damos la bienvenida a WordPress. Esta es tu primera entrada. Edítala o bórrala, ¡luego empieza a escribir!